Por Carlos Meléndez
En una hazaña médica sin precedentes, el equipo quirúrgico de NYU Langone Health en Nueva York ha realizado con éxito el primer trasplante de ojo y cara en el mundo a Aaron James, un veterano militar de 46 años de Arkansas. La operación, que tuvo lugar el 27 de mayo, es un avance significativo en el campo de los trasplantes, marcando un hito en la medicina moderna.
En 2021, James sobrevivió a una descarga eléctrica de 7.200 voltios, perdiendo su ojo izquierdo, brazo dominante, nariz, labios, dientes frontales, mejilla izquierda y barba. Remitido a NYU Langone Health, un centro médico de renombre en trasplantes faciales, se sometió a una cirugía de 21 horas que incluyó la extirpación de parte de su cara y su ojo izquierdo, reemplazándolos con los de un donante. “Es un territorio inexplorado que estamos ansiosos por abordar”, dijo el Dr. Eduardo Rodríguez, líder del equipo quirúrgico.
El trasplante de un ojo completo ha sido un deseo largamente perseguido en la ciencia médica. A pesar de los éxitos parciales en animales, nunca se había realizado en un humano vivo. La Dr. Vaidehi Dedania, especialista en retina, indica que el ojo trasplantado parece saludable, pero aún se desconoce si James recuperará la visión.
James, cuyo ojo derecho permanece intacto, fue considerado un candidato ideal para el trasplante. Necesitaba medicamentos inmunosupresores para el trasplante facial, lo que justificaba intentar el trasplante de ojo. “Puedo oler, comer y saborear la comida. Por primera vez en año y medio, pude besar a mi mujer”, expresó James.
El tiempo transcurrido desde la cirugía hace que la recuperación de la visión sea improbable, pero no imposible. El equipo utilizó células madre adultas para promover la reparación de los nervios, y considera terapias complementarias como la terapia génica y dispositivos de señalización nerviosa para restaurar la función visual.
El accidente de James ocurrió mientras trabajaba como instalador de líneas eléctricas. Su esposa, Meagan, y su hija Allie, vivieron momentos angustiantes tras el accidente. Tras múltiples traslados y operaciones, incluida la amputación del brazo izquierdo, Aaron fue presentado como candidato para el trasplante en NYU Langone Health.
Rodríguez y su equipo realizaron la compleja operación, que incluyó la reconexión del nervio óptico del donante al de Aaron. El Dr. José-Alain Sahel, un prominente oftalmólogo, comentó sobre la importancia de este avance y la necesidad de más investigación para la regeneración del nervio óptico.
El Dr. Oren Tepper, cirujano plástico y director del Programa de Cirugía Craneofacial de Montefiore, calificó la cirugía como un avance significativo en el campo del trasplante de cara y potencialmente en la restauración de la función visual. Este trasplante, a pesar de sus incógnitas, abre nuevas posibilidades en la medicina de trasplantes y representa una esperanza para aquellos que han sufrido pérdidas similares.
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