La infección respiratoria aguda (IRA) de etiología viral o bacteriana, es una de las principales causas de morbimortalidad en todo el mundo. Cada año mueren aproximadamente 4 millones y el 85 % son por vías respiratorias bajas, especialmente niños menores de 5 años y adultos mayores. En el año 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) identificó a las infecciones respiratorias bajas como la causa en un 22 % de todas las defunciones en pacientes menores de cinco años, con mayor concentración durante los meses de invierno, ocasionadas por virus y bacterias, que pueden durar aproximadamente dos semanas. La mayoría de estas infecciones, como el resfriado común, son leves, pero dependiendo del estado de salud de la persona, pueden complicarse y llegar a amenazar la vida, como en el caso de las neumonías.

En el año 2023, la detección de VSR predominó en tres subregiones, seguido de parainfluenza y adenovirus. En Colombia, en el 2023 se notificó al sistema de vigilancia epidemiológica 7 336 806 consultas externas y urgencias por IRA. Los virus que estaban en circulación fueron: SARS-CoV-2, adenovirus, A(H3N2), influenza B, enterovirus, VSR, A(H1N1) pdm09, influenza A, rinovirus, parainfluenza y metapneumovirus. La notificación de muertes en menores de cinco años presentó un descenso del 10,14 % (363) al comparar el año 2023 con respecto al 2022. La tasa nacional de mortalidad en menores de cinco años por IRA fue de 9,8 muertes por cada 100 000 menores de cinco años en 2023. Los agentes etiológicos causantes fueron: VSR, rhinovirus, adenovirus, enterovirus y SARS-CoV-2.
Por ello, el objetivo de este estudio realizado por Erica Marcela Aranguren Reina, Brumel Armando Niño Patarroyo, Julio Cesar Saavedra Parra, y Lorena García Agudelo, fue caracterizar epidemiológicamente las infecciones respiratorias agudas virales que fueron diagnosticadas entre los años 2022 y 2024, en un hospital de Colombia. Se llevó a cabo un estudio descriptivo, retrospectivo y transversal sobre las características epidemiológicas de las infecciones respiratorias agudas. Se recopiló información del laboratorio de aquellas personas que ingresaron al Hospital Regional de la Orinoquia, ubicado en la ciudad de Yopal (Colombia). Se obtuvieron muestras de hisopado nasofaríngeo desde marzo de 2022 hasta julio de 2024. La población censal estuvo conformada por todos los casos registrados en el Hospital, desde 2022 a 2024 (1246 casos). Las variables analizadas fueron: sexo, régimen de afiliación, pertenencia étnica, condición final según la atención hospitalaria (dada de alta, remisión o mortalidad), área de procedencia y provincia.
Los instrumentos que se utilizaron para la detección de patógenos respiratorios fueron el panel respiratorio FilmArray y la ficha de recolección de datos para el registro de las variables mencionadas. Para la detección de los patógenos respiratorios se utilizó el panel respiratorio FilmArray, que se realiza por reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en tiempo real, permitiendo realizar la detección simultánea de 20 patógenos respiratorios.
Se revisaron 1246 resultados de las pruebas respiratorias en el periodo de estudio en pacientes que ingresaron desde marzo de 2022 hasta junio de 2024 al Hospital.
En el análisis por grupo de edad, el 45,9 % de casos se presentó en menores de 1 a 5 años y el menor fue en el grupo mayor de 60 años con 0,9 % casos, en un rango de edad de 0 a 85 años, con una mediana de 3,15 años. El virus con mayor detección en menores de 18 años fue el humano rhinovirus/enterovirus con el 29,1 % y en mayores de edad fue el SARS- CoV-2 con 0,6 %. En la tendencia de la circulación viral de las 1246 personas diagnosticadas con una (IRA) en el Hospital, entre los meses de marzo del 2022 y junio del 2024, se observa que los mayores meses de detección fueron entre mayo y septiembre. El año con mayor frecuencia fue el 2022 con un 67,0 %, para el 2023 un 25,0 %, y en 2024 un 7,9.
En este estudio se determinó las características epidemiológicas de los pacientes que ingresaron entre el 2022 y el 2024 al Hospital Regional de la Orinoquia y fueron diagnosticados con IRAS, siendo entre el 80 % y 90 % de etiología viral. Las infecciones de las vías respiratorias altas son las que se presentan con mayor frecuencia. A pesar de ello, las neumonías representan un mayor problema para la salud pública y, dentro de estas infecciones, el agente etiológico más frecuente es el VSR. De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), existen más de 200 virus respiratorios que pueden causar resfriados. Los rinovirus son los más frecuentes, información que coincide con esta investigación, en la cual se obtuvo una prevalencia del 29,5 %. Otros de los virus son los coronavirus, parainfluenza, adenovirus, enterovirus y metapneumovirus humano, los cuales pueden resultar graves, especialmente en grupos de edades de mayor riesgo.
El virus VSR tuvo diferentes cambios durante la pandemia por las distintas intervenciones sanitarias, como el distanciamiento social, la higiene de manos, el uso obligatorio de tapabocas, entre otras. Un estudio en Canadá pudo establecer que las medidas de distanciamiento social y el cierre de escuelas, así como de centros geriátricos, influyó en la baja incidencia por brotes de influenza y VRS. De la misma manera, otra investigación de Sudáfrica durante la pandemia de la COVID-19 puso en evidencia una disminución en la circulación del virus de influenza con respecto a los años anteriores; sin embargo, el relajamiento de estas medidas en el 2022 hizo aumentar nuevamente su circulación; otra de las causas pudo ser la baja inmunización de las maternas y la falta de protección natural, como es la lactancia materna en los menores de un año.
En este estudio, el grupo de edad entre 1 y 5 años fue el de mayor notificación, con un total del 45,9 %; así mismo, este fue el grupo de edad que aportó los fallecimientos (0,4 %), encontrando que el VSR es el responsable del 40,0 % de estas mortalidades. Al comparar con el estudio de González García et al., se encontró una diferencia de casi el doble en sus resultados, con un 21,6 % como agente causal el VSR. Las detecciones virales fueron en su mayoría en temporadas de lluvias. Por consiguiente, existen factores ambientales que favorecen la transmisión, como son la fluctuación de la temperatura y la humedad relativa. La tendencia de la circulación viral evidenció que en los meses de mayo y junio fue mayor, lo cual es similar a lo reportado por el Instituto Nacional de Salud colombiano en los años 2022 y 2023 (26,36). Por el contrario, se obtuvo una estacionalidad en los meses de recesión escolar y temporadas secas.
El área geográfica donde se elaboró el estudio comprende dos pisos térmicos, con predominancia del cálido, húmedo en el piedemonte llanero, tropical en las sábanas y frío en la zona andina y con un patrón de lluvias bimodal. Ahora bien, en el estudio de Colosio et al. se pudo evidenciar que en la población adulta mayor con el sistema inmunológico comprometido o con afección cardiopulmonar, la prevalencia de infección por VRS se encuentra entre el 8 % y el 13 % durante las temporadas de invierno; un resultado similar respecto a este estudio, el cual indicó el 8,3 %. La población adulta tuvo una detección de agentes virales del 2,5% en el periodo de estudio, y la población mayor de 60 años con un aporte de 0,9 %. Los virus detectados en su mayor proporción fueron: RV/EV, SARS-CoV-2 e influenza A H1N1, todos con un 25,0 %.
Antes de la pandemia por COVID-19, los patógenos con mayor frecuencia detectados eran influenza y rinovirus humanos, con un aporte de casos entre el 20 y el 30 %. Las fortalezas de este estudio fue la inclusión del total de los casos detectados por medio del panel respiratorio durante tres años. Para el último año se tuvo en cuenta los seis primeros meses, donde se abarcan las temporadas de lluvias o los periodos epidemiológicos con los picos respiratorios más altos del año. La frecuencia de los virus detectados estuvo relacionada con la edad y la estacionalidad, siendo el VRS el principal patógeno y el grupo de edad más afectado el que se encuentra entre 1 a 5 años, y con menor frecuencia en los mayores de 60 años.
Mayor información de este artículo de investigación ingresar al siguiente enlace.
https://revistas.udh.edu.pe/index.php/RPCS/article/view/702/1394