Por Carlos Meléndez
Ayacucho, Perú – Un estudio reciente, liderado por Roaldo Pino-Anaya, Vilma Zorrilla-Delgado, Maritza Rodríguez-Lizana y Walter Wilfredo Ochoa-Yupanqui, ha puesto en evidencia una preocupante realidad en el Hospital Regional de Ayacucho: la tasa de cesáreas ha superado el 50%, una cifra que va más allá de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La investigación, que se concentró en analizar la frecuencia e indicaciones de las cesáreas, tanto electivas como de urgencia, ha revelado que las razones más comunes para optar por este procedimiento incluyen cesáreas anteriores, desproporción cefalopélvica y oligohidramnios. Lo alarmante es que un 59.6% de estas intervenciones fueron cesáreas de urgencia, mientras que un 40.4% fueron electivas.
Este incremento en las cesáreas, un fenómeno etiquetado como “epidemia de cesáreas”, no es exclusivo de Ayacucho. La tendencia ha sido observada a nivel mundial, especialmente en América Latina y el Caribe, donde la tasa ha aumentado del 22,8% al 42,2% entre 1990 y 2014. En el Perú, la cifra ha escalado desde un 20% en 1992, superando con crece el límite del 15% propuesto por la OMS.
El estudio, realizado con un enfoque cuantitativo y basado en una muestra de 94 puérperas poscesareadas, también encontró que no existe una relación significativa entre las cesáreas y factores como la paridad, edad y condición socioeconómica de las mujeres. Estos hallazgos contrastan con las tendencias globales, donde se ha observado una mayor frecuencia de cesáreas entre mujeres jóvenes, mayores de 34 años, de áreas urbanas, con alta escolaridad y de estatus socioeconómico elevado.
A pesar de las ventajas percibidas de las cesáreas, como un parto sin dolor y la programación conveniente, los riesgos asociados son significativos. Una cesárea aumenta seis veces el riesgo de muerte en comparación con el parto vaginal. Además, las complicaciones relacionadas con la cesárea pueden variar, incluyendo infección de la herida operatoria, transfusión sanguínea y hemorragia puerperal, entre otras.
Este estudio resalta la urgente necesidad de revisar las prácticas y políticas relacionadas con el uso de las cesáreas en el Hospital Regional de Ayacucho y, por extensión, en otras instituciones de salud. La decisión de optar por una cesárea debe basarse en consideraciones médicas y bioéticas, no solo en preferencias personales o conveniencias programáticas.
Los investigadores instan a una acción concertada para reducir la frecuencia de cesáreas, apuntando a estrategias que incluyan enfoques comunitarios y una mayor capacitación del personal médico para asegurar que las cesáreas se realicen solo cuando sean estrictamente necesarias. La salud y seguridad del binomio madre-hijo deben ser siempre la máxima prioridad.
Para mayor información revise el artículo de investigación a través del siguiente enlace:
http://revistas.udh.edu.pe/index.php/RPCS/article/view/264e