Un estudio reciente de José Antonio Romero Córdova y Aníbal Valentín Díaz Lazo ha arrojado luz sobre los factores de riesgo asociados con el primer episodio de accidente cerebrovascular (ACV) en diferentes niveles de altitud. La investigación, centrada en poblaciones de Lima y Huancayo en Perú, encontró que la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y la fibrilación auricular son factores de riesgo significativos tanto a nivel del mar como en altitudes elevadas.
Un estudio innovador realizado en Perú ha identificado factores de riesgo críticos para el primer episodio de accidente cerebrovascular (ACV) encefálico en personas que viven a diferentes niveles de altitud. Los investigadores José Antonio Romero Córdova y Aníbal Valentín Díaz Lazo realizaron un análisis detallado de pacientes en Lima (150 m.s.n.m.) y Huancayo (3250 m.s.n.m.) para desentrañar la influencia de la altitud en la incidencia de ACV.
El ACV, que causa un déficit neurológico debido a lesiones en el sistema nervioso central, representa una de las principales causas de mortalidad y discapacidad a nivel global. Los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y el tabaquismo, han sido bien documentados, pero este estudio se enfoca específicamente en cómo la altitud influye en estos riesgos.
La investigación, de diseño observacional y transversal, incluyó a pacientes hospitalizados entre enero de 2012 y marzo de 2018. Se analizaron variables como hipertensión arterial, diabetes, obesidad, enfermedad valvular, tabaquismo y consumo de alcohol, así como la eritrocitosis excesiva (policitemia) relacionada con la vida en altitud.
Los resultados mostraron diferencias significativas en la presentación de ACV en diferentes altitudes. Mientras que el ACV isquémico fue más frecuente a nivel del mar, el ACV hemorrágico tuvo mayor incidencia en altitudes elevadas. La hipertensión arterial se destacó como un factor de riesgo importante tanto a nivel del mar como en altura. Además, la investigación resaltó la diabetes mellitus y la fibrilación auricular como factores de riesgo predominantes a nivel del mar, mientras que, en la altura, la policitemia y las enfermedades valvulares también desempeñaron un papel significativo.
El estudio también reveló que la edad es un factor de riesgo importante, con un incremento de la incidencia de ACV a partir de los 60 años. La hiperglicemia, el tabaquismo y la dislipidemia se identificaron como factores de riesgo modificables adicionales.
Esta investigación subraya la importancia de considerar el entorno y la altitud al evaluar los riesgos de ACV. Los hallazgos sugieren que las estrategias de prevención y manejo deben ser adaptadas según la altitud para abordar eficazmente estos factores de riesgo.
El estudio de Romero Córdova y Díaz Lazo ofrece una visión crucial sobre cómo la altitud puede influir en los factores de riesgo de ACV. Destaca la necesidad de estrategias de prevención personalizadas que consideren el entorno específico de los pacientes, especialmente en regiones de gran altitud como los Andes peruanos. Con una comprensión más profunda de estos factores, la atención médica puede ser más efectiva y específica, mejorando potencialmente los resultados para aquellos en riesgo de ACV.
Para mayor información revise en artículo de investigación a través del siguiente enlace:
http://revistas.udh.edu.pe/index.php/RPCS/article/view/224e