En un estudio realizado en Panamá, investigadores exploraron la percepción local sobre la entomofagia, es decir, el consumo de insectos, como una opción nutricional viable y ecológica. A pesar de ser una práctica común en varias partes del mundo, en Panamá, la idea aún se enfrenta a ciertas barreras culturales y de desconocimiento.
El estudio, liderado por Rubén Collantes junto a Maricsa Jerkovic, Randy Atencio, Paola Hernández y Milagros Vaña, reveló que un 58% de los encuestados reconoce a los grillos y saltamontes como comestibles, aunque solo el 20% ha probado insectos alguna vez. La principal barrera para su inclusión en la dieta regular parece ser cultural, ya que el 71% de los participantes se resisten a la idea, mencionando el asco y la falta de interés como principales razones.
Sin embargo, un 25% de los encuestados estaría dispuesto a incluir insectos en su dieta, motivados por los beneficios de salud que estos podrían aportar, como un alto contenido de proteínas, minerales y grasas. Además, algunos ven esta práctica como una manera de innovar en sus hábitos alimenticios y contribuir a un menor impacto ambiental.
Los insectos representan más del 66% de todas las especies animales conocidas y brindan servicios ecosistémicos vitales, como la polinización y el control de plagas. Su capacidad para adaptarse a diferentes ambientes los convierte en candidatos ideales para complementar dietas humanas, especialmente en contextos de cambio climático y crecimiento poblacional.
El estudio sugiere que aún hay mucho trabajo por hacer en términos de educación y sensibilización sobre los beneficios de la entomofagia. La investigación demostró que la aceptación de los insectos como alimento podría mejorar significativamente mediante la presentación y preparación adecuada de estos en los platillos.
Los investigadores también destacaron la necesidad de continuar explorando y desarrollando técnicas que permitan una producción masiva y sostenible de insectos para consumo humano y animal. Se propone que, al igual que en otros países de la región como Perú, donde se han desarrollado productos innovadores basados en insectos, Panamá podría aprovechar su biodiversidad nativa para liderar en este campo emergente.
El estudio concluye que la entomofagia representa una oportunidad sin explotar para mejorar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental en Panamá. A medida que el país y el mundo enfrentan desafíos continuos en la producción de alimentos, los insectos podrían jugar un papel crucial en la alimentación del futuro. Para lograr esto, será fundamental cambiar percepciones y aumentar la conciencia sobre los valores nutricionales y ecológicos de la entomofagia.
Este estudio marca un paso importante hacia la comprensión y eventual adopción de la entomofagia en Panamá, esperando que más investigaciones y desarrollos en el área continúen abriendo caminos para nuevas alternativas alimenticias en la región.
Para mayor información revise el artículo de investigación a través del siguiente enlace:
http://revistas.udh.edu.pe/index.php/RPCS/article/view/384e