FRANK RUBIO: DE SEIS MESES A UNA AVENTURA ESPACIAL DE 371 DÍAS

POR:
Por Carlos Meléndez

En una tarde de suspenso y emoción, la cápsula rusa Soyuz MS-23 tocó tierra en las estepas de Kazajstán a las 17:17 hora local (6:17, hora de Perú). A bordo se encontraba el astronauta de la NASA, Frank Rubio, junto con sus dos colegas rusos, Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin. Este no fue un aterrizaje ordinario: marcó el final de una de las misiones espaciales más largas e inesperadas de la historia.

Hace más de un año, Frank Rubio se embarcó en lo que, en un principio, iba a ser una misión estándar de seis meses en la Estación Espacial Internacional (EEI). Sin embargo, el destino tenía otros planes. Tras el descubrimiento de una fuga de refrigerante en su vehículo de transporte mientras estaba acoplado a la estación, Rubio y sus compañeros vieron cómo su estancia en el espacio se prolongaba de forma drástica.

En total, Rubio pasó 371 días flotando sobre nosotros, batiendo todos los récords. Durante este tiempo, experimentó la falta de gravedad, observó amaneceres y atardeceres desde una perspectiva que pocos han tenido el privilegio de disfrutar y contribuyó a importantes investigaciones y experimentos que beneficiarán a la humanidad.

Sin embargo, incluso en el vasto y asombroso vacío del espacio, hay aspectos de la vida en la Tierra que no pueden replicarse o sustituirse. Imaginar lo que debió sentir Rubio al experimentar la atracción de la gravedad de nuestro planeta después de más de un año es asombroso. Desde un simple apretón de manos hasta sentir el viento en el rostro, estas pequeñas pero significativas experiencias terrestres adquieren un nuevo significado después de una ausencia tan prolongada.

El viaje inesperadamente largo de Rubio no estuvo exento de desafíos. Las estancias prolongadas en el espacio presentan retos tanto físicos como psicológicos. Sin embargo, con la ayuda y el apoyo de sus colegas cosmonautas y el equipo de tierra, Rubio superó estos desafíos y regresó a casa como un verdadero héroe.

A medida que el mundo celebra el regreso seguro de estos valientes exploradores espaciales, nos encontramos reflexionando sobre la naturaleza impredecible de la exploración y el espíritu humano resiliente. Rubio, Prokopyev y Petelin nos han recordado una vez más por qué nos aventuramos al espacio y los límites que estamos dispuestos a desafiar en nombre de la ciencia y el descubrimiento.

Es seguro decir que, a medida que Rubio vuelva a acostumbrarse a la vida en la Tierra, sus hazañas seguirán inspirando a generaciones de futuros exploradores, científicos y soñadores. Bienvenido a casa, Frank Rubio. El mundo ha estado esperando.

Para mayor información revise los siguientes enlaces:

https://blogs.nasa.gov/spacestation/2023/09/27/nasa-astronaut-frank-rubio-and-crewmates-land-in-kazakhstan/?fbclid=IwAR33OBZwYJexpYgGpNzRmqP9uok_u8ZhkBzXOIdRuMwcrlUmkVD8PG_9PHk

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