HISTÓRICO DESPEGUE DE LA SONDA CHINA CHANG’E-6 CON MUESTRAS DE LA CARA OCULTA DE LA LUNA

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La sonda lunar china Chang’e-6 despegó exitosamente este martes de la cara oculta de la Luna, marcando un hito en la exploración espacial y subrayando el creciente estatus de China como superpotencia espacial. Este evento histórico, que destaca la ambición y capacidad tecnológica del país, ha sido confirmado por la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA).

En un momento cargado de simbolismo antes del despegue, China se convirtió en el primer país en desplegar su bandera nacional en la cara oculta de la Luna, una región que permanentemente se encuentra en dirección opuesta a la Tierra. La bandera, hecha de roca volcánica basáltica, fue diseñada para resistir las extremas condiciones de la superficie lunar, y fue izada por un brazo robótico de la sonda.

La misión Chang’e-6 ha logrado recoger las primeras muestras de rocas lunares de la cara oculta, lo que representa un avance significativo en la comprensión científica de nuestro satélite. Tras dos días de recolección, la sonda despegó y entró en órbita lunar a primera hora del martes 4 de junio, hora de Beijing. Según la CNSA, se espera que el viaje de regreso a la Tierra dure aproximadamente tres semanas, con un aterrizaje previsto en la región china de Mongolia Interior alrededor del 25 de junio.

El éxito de esta misión otorgaría a China una ventaja estratégica y científica en la exploración lunar, un campo cada vez más competitivo. La recolección de muestras de la cara oculta podría proporcionar pistas clave sobre el origen y la evolución de la Luna, la Tierra y el sistema solar.

La sonda Chang’e-6 aterrizó el pasado domingo 2 de junio en la cuenca del Polo Sur-Aitken, la cuenca de impacto más antigua de la Luna, formada hace unos 4,000 millones de años. Este es el segundo éxito de China en la cara oculta de la Luna, después del logro histórico de la sonda Chang’e-4 en 2019.

La misión, que comenzó el 3 de mayo y se espera que dure 53 días, es un paso clave en el ambicioso plan de China para convertirse en una potencia espacial dominante. Los futuros planes incluyen el aterrizaje de astronautas en la Luna para 2030 y la construcción de una base de investigación en su polo sur.

El programa Chang’e, nombrado en honor a una diosa de las leyendas chinas, ha demostrado ser una serie de misiones exitosas desde su inicio en 2007. La Chang’e-5, en 2020, ya había traído rocas de la cara cercana de la Luna. Ahora, con la Chang’e-6, China avanza significativamente en la carrera espacial, en un contexto global donde varios países están intensificando sus esfuerzos por explorar y aprovechar los recursos lunares.

Este despegue no solo simboliza un triunfo tecnológico, sino también un paso hacia la expansión del conocimiento humano sobre el universo. Con cada misión, China refuerza su posición en el escenario espacial global, marcando un futuro prometedor para la exploración lunar y más allá.

Para mayor información revise los siguientes enlaces:

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