La investigación realizada por Sthefani Paola Fabian-Moya y Luz Nélida Zegovia-Santos ha revelado un panorama devastador sobre la mortalidad por COVID-19 en las diferentes regiones del Perú, destacando las disparidades significativas entre departamentos y la vulnerabilidad de ciertos grupos poblacionales. Según el estudio, que abarca el período de 2020 a 2022, el país registró 218,770 fallecimientos, siendo Lima la región más afectada con un 44.1% del total, mientras que departamentos como Madre de Dios apenas representaron el 0.4% de las muertes.
Los resultados también mostraron que los adultos mayores fueron los más afectados, representando el 69.7% de los fallecidos, en contraste con la baja mortalidad observada en adolescentes y menores de 11 años. Además, el sexo masculino resultó ser el más afectado, alcanzando un 63.2% de los decesos. Este fenómeno está alineado con otros estudios que señalan la relación entre el género, la edad avanzada y comorbilidades preexistentes como factores de riesgo clave.
En cuanto a las regiones, el análisis reveló que la macroregión de Lima presentó la mayor tasa de mortalidad, seguida por las regiones norte, centro y sur. En último lugar se ubicó la región oriente, con apenas un 5.7% del total de fallecidos. El estudio explica esta diferencia como consecuencia del colapso del sistema de salud en la capital, que funcionó como centro de referencia nacional durante la crisis sanitaria.
Respecto a los criterios de diagnóstico, el informe destaca que el criterio virológico fue utilizado en un 37.7% de los casos, seguido por el criterio SINADEF, utilizado para certificar muertes en personas con comorbilidades agravadas por el virus. La investigación también señala la importancia de las pruebas serológicas y los criterios epidemiológicos en el registro de defunciones.
En conclusión, la investigación expone las debilidades del sistema de salud y el impacto desproporcionado en las distintas regiones y grupos sociales del Perú, subrayando la necesidad de implementar políticas públicas y reformas en la gestión sanitaria. Los resultados apuntan a un claro desafío para los gestores de salud peruanos, quienes deberán tomar decisiones basadas en evidencias para afrontar futuros retos pandémicos y evitar un nuevo colapso del sistema.
Para mayor información revise el artículo científico a través del siguiente enlace:
http://revistas.udh.edu.pe/index.php/RPCS/article/view/437e
