En Panamá, un reciente estudio ha puesto de manifiesto el peligro que representan las larvas urticantes del género Automeris para la salud de los agricultores. El trabajo, que ha identificado tres especies de estas larvas en el cultivo de guandú (Cajanus cajan), sugiere un riesgo significativo de contacto durante la cosecha que puede resultar en síntomas severos como dolor e inflamación.
Las investigaciones realizadas en diez localidades distribuidas en las provincias de Coclé, Herrera, Veraguas y Chiriquí, han permitido identificar específicamente las especies Automeris io, Automeris zozine y Automeris dagmarae. Esta última se encontró principalmente en Chiriquí, una de las principales zonas productoras del país. La presencia de estas larvas no solo afecta la seguridad de los trabajadores agrícolas, sino que también podría tener un impacto negativo en la producción, debido a la necesidad de manejar con cuidado estas especies tóxicas.
El estudio, llevado a cabo durante el segundo semestre de 2022, utilizó técnicas de campo y laboratorio para asegurar una correcta recolección y preservación de las larvas. Se emplearon métodos como la hervición en agua, que, aunque cambia la coloración de los especímenes, fija las proteínas y previene la descomposición. Esta medida es crucial para una adecuada identificación y análisis en laboratorio.
Además de su relevancia agrícola, el estudio resalta la importancia de continuar las investigaciones en biodiversidad funcional y control biológico. La identificación de enemigos naturales podría ofrecer alternativas sostenibles para el manejo de estas plagas. Así mismo, se recomienda el uso de tratamientos médicos apropiados para el manejo de los síntomas provocados por el contacto con las larvas, en lugar de remedios caseros que pueden no ser seguros.
Finalmente, el estudio no solo confirma la presencia de las especies de Automeris en cultivos de guandú, sino que también subraya la adaptabilidad y dispersión de estos lepidópteros en el territorio panameño. Los investigadores, liderados por Alonso Santos-Murgas y su equipo, abogan por una mayor atención a las condiciones de trabajo de los agricultores, así como por un incremento en la educación pública sobre los riesgos asociados a estos insectos.
Para mayor información revise el artículo de investigación a través del siguiente enlace: