Los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del desarrollo causadas por diferencias en el cerebro. Las personas con TEA con frecuencia tienen problemas con la comunicación y la interacción sociales, y conductas o intereses restrictivos o repetitivos. Afecta, aproximadamente, a uno de cada 100 niños según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La Universidad de Hertfordshire, en el Reino Unido, en el año de 1998, comenzó con un proyecto llamado AuRoRa (siglas en inglés para Plataforma robótica autónoma como herramienta reparadora).
Una de las investigadoras comenta que los niños con autismo suelen ser muy curiosos, quieren entender cómo funcionan las cosas y los robots son asombrosos para ellos. Con los robots, los niños con autismo pueden incluso explorar su propia fuerza en un ambiente seguro, ya que a veces no son conscientes del dolor que pueden causar a otros con un golpe, un pisotón o una cachetada. El robot, a partir de sus sensores, comunica cuando «ha sido lastimado».
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-65130863