El consumo excesivo de bebidas alcohólicas tiene graves consecuencias, pudiendo afectar la capacidad de razonamiento y juicio. El consumo prolongado daña las neuronas provocando daño permanente a la memoria, a la capacidad de razonamiento y a la forma como se comporta.
Con frecuencia las personas beben para sentirse mejor, o para bloquear sentimientos de tristeza, depresión, nerviosismo o preocupación.
Sin embargo, en un estudio reciente descubrieron que al consumir alcohol en pocas cantidades se puede reducir el riesgo de enfermedades cardiacas, ya que este consumo moderado disminuye la señalización de estrés en el cerebro a largo plazo.
Los investigadores descubrieron, en una muestra de 50.000 personas que se registraron en el biobanco Mass General Brighan, que los consumidores moderados, el sistema cerebral de estrés podría reducir los episodios cardiovasculares.
También descubrieron al analizar los antecedentes cardiovasculares de estas personas que los bebedores moderados sufren menos infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Así mismo, los investigadores descubrieron que el consumo de alcohol exagerado aumenta el riesgo de cáncer, aumenta el riesgo de infarto y disminuyen la actividad cerebral.
Fuente: https://tinyurl.com/yc3ema93