MECANISMOS DE RESISTENCIA DE LA PSEUDOMONAS AERUGINOSAABAD RODRÍGUEZ 1,A  | ANDRÉS BURGOS 1,A RESISTANCE MECHANISMS IN PSEUDOMONAS AERUGINOSA

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La Pseudomonas aeruginosa es una bacteria que tiene gran impacto debido a su capacidad de sobrevivencia en una gran cantidad de ambientes. Pertenece a la familia Pseudomonaceae y se la considera un patógeno oportunista, porque tiene una alta morbimortalidad en individuos inmunodeprimi-dos. Se la llega a asociar principalmente con bacterias e infecciones nosocomiales; también con la producción de infecciones pulmonares. Produce una mortalidad del 30 % al 40 %, fundamentalmente en las primeras 24 a 48 horas de su inicio, sobre todo en relación con el foco pulmonar y el tratamiento antimicrobiano inadecuado.

El descubrimiento del género bacteriano Pseudomonas fue descrito por primera vez a finales del siglo XIX por el profesor Walter Migula, del Instituto Karlsrule en Alemania, quien describiría a este microorganismo como “Células con órganos polares. La formación de esporas ocurre en algunas especies, pero es raro”.  Posteriormente se descubriría que lo que el profesor nombró como “esporas” serían, en realidad, gránulos refráctiles de materiales de reserva. Este fue el inicio del término “Pseudomonas”, presumiblemente haciendo referencia etimológicamente a unas “falsas unidades o monadas”.  El término “aeruginosa” surgió del investigador Schroeter en el año de 1872. El término hacía alusión a los colores que la bacteria mostraba en ciertas condiciones de cultivo, un color similar como el cobre oxidado, como un verde-azulado. Shroeter publicó que esto era debido a un pigmento soluble en agua, del cual posteriormente se hablaría como piocianina. En su relato propuso el nombre para la bacteria recién cultivada como Bacterium  aeruginosum.  Más tarde, los microbiólogos sólo reconocerían una bacteria que produce piocianina, por lo que este nombre quedaría en desuso.

Investigadores de la Universidad del Bosque de Colombia lograron identificar, tras más de quince años de trabajo, las cuatro bacterias «superresistentes» a los antibióticos que más afectan a los latinoamericanos, en especial en hospitales. Según el trabajo de los expertos, gérmenes como la Escherichia coli, la Klebsiella  pneumoniae,  la Pseudomonas   aeruginosa   y   el   Staphylococcus   aureus, han adquirido capacidades para vencer a los antibióticos y su número aumenta en los nosocomios de Latinoamérica. Algo que llama bastante la atención y se convierte en uno de los factores más alarmantes es la capacidad de resistencia a los antibióticos que llega a tener esta bacteria, debido en gran parte a fallas en su tratamiento. La Pseudomonas   aeruginosa   posee   una   gran   resistencia variada, cuyos mecanismos de resistencia son intrínsecos, adquiridos y adaptativos. La primera llega a presentar una baja permeabilidad en la membrana externa, pero mediante la acción de las bombas de flujo de la bacteria se llegan a expulsar los antibióticos al exterior; la segunda está relacionada con la transferencia de genes de resistencia; y la tercera se llega a manifestar mediante la presencia de una biopelícula que llega a servir como una barrera para evitar el paso de medicamentos a las bacterias.

La Pseudomonas  aeruginosa  al  ser  un  patógeno  oportunista  y  persistente  en  el  medio  ambiente,  posee una gran capacidad para  poder  crecer  en  el  agua  o  el  suelo,  con  un  requerimiento nutricional mínimo y figura como uno de  los  patógenos  prioritarios  que  son  resistentes  a  antibióticos.  Además, está presente en la lista de patógenos con prioridad crítica de la Organización Mundial de la Salud y es así que hay una necesidad de desarrollar nuevos antibióticos contra esta bacteria, como otras que figuran en esta lista. 

El objetivo de este estudio realizado por Jennifer Elizabeth Ilbay Mayta y Daniela Alexandra Rosero Freire, fue determinar todos los mecanismos de resistencia de la bacteria Pseudomonas aeruginosa, ya que los conocimientos sobre los mecanismos de resistencia de la Pseudomonas aeruginosa son esenciales para mejorar el manejo clínico de las infecciones causadas por esta bacteria, reducir el impacto en la salud pública y desarrollar estrategias efectivas para prevenir y controlar la resistencia antimicrobiana.

El artículo presente es una revisión narrativa. Se identificaron 25 artículos basados en la Pseudomonas aeruginosa, se realizó la lectura de la totalidad de estos artículos, concluyendo con la selección de 21, de estos fueron seleccionados, 12.

Con base en dichos artículos se realizó una clasificación y descripción de los diversos mecanismos que posee esta bacteria, tomando en cuenta la estructura y regulación genética de estos, que le resultan útil para poder sobrevivir y adaptarse al tratamiento antibiótico, lo que ocasiona que cada vez sea más difícil de tratar, y quizás en un futuro nos encontremos ante una bacteria para la cual no exista tratamiento.  

En la actualidad, la Pseudomonas aeruginosa se presenta con más frecuencia en pacientes inmunodeprimidos, con largos periodos de hospitalización, sometidos a diversas manipulaciones, con antecedentes de infecciones graves y uso previo de antibióticos de amplio espectro. La Pseudomonas   aeruginosa   es intrínsecamente resistente a una variedad de antimicrobianos y puede desarrollar resistencia durante la quimioterapia antip-seudomonas, las cuales comprometen el tratamiento de infecciones causadas por este organismo. 

En conclusión, el MRSA y el VISA son cepas de S.  aureus que han desarrollado resistencia a múltiples antibióticos, lo que las hace difíciles de tratar con los fármacos conven-cionales. Sin embargo, los bacteriófagos pueden ser una alternativa prometedora debido a su capacidad para infectar y matar bacterias de manera específica, incluidas las cepas resistentes a los antibióticos. La ventaja de los fagos como terapia es su capacidad para multiplicarse dentro de las bacterias objetivo, lo que amplifica su efecto. Además, los fagos tienen la capacidad de evolucionar rápidamente para adaptarse a las mutaciones bacterianas, lo que puede ayudar a superar la resistencia bacteriana. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la terapia con bacteriófagos todavía se encuentra en la fase I y II de investigación y desarrollo, debido a la falta de estudios y protocolos bien elaborados, por lo que su uso clínico no está ampliamente establecido en la mayoría de los países. Se requiere, por lo tanto, más   investigación   para   determinar   la   seguridad, eficacia y aplicaciones específicas de los fagos en el tratamiento de infecciones bacterianas resistentes.

Mayor información sobre este artículo de investigación en el siguiente enlace.

http://revistas.udh.edu.pe/index.php/RPCS/article/view/534/864

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