Los procesos investigativos en salud garantizan la identificación de los problemas de sanidad, así como el establecimiento e implementación de soluciones. A través de la investigación científica y la innovación tecnológica, la producción científica en salud está directamente ligada a la práctica asistencial, la producción de medicamentos y equipos médicos, la formación profesional, la prevención de enfermedades y la promoción de salud, entre otros. Así, los sistemas de educación profesional en salud promueven la publicación científica como una actividad prioritaria. Al respecto, las experiencias exitosas en el entorno cubano que se derivaron de la creación de instituciones como los hospitales universitarios, apoyan esta afirmación.
Los investigadores Nubia Blanco Balbeito, Yosbanys Roque Herrera, Anabela del Rosario Criollo Criollo, y Jose Luis Erazo Parra realizaron un estudio observacional, descriptivo y transversal, sobre los principales resultados alcanzados en el SCIT en el municipio Sagua La Grande, Cuba, en 2020 y 2021. La población de estudio estuvo constituida por la totalidad de los profesionales de la salud del municipio, que laboran en siete de las instituciones integradas a la estructura de gestión de la investigación mencionada. Las principales variables empleadas en el estudio fueron: instituciones de salud (Facultad de Ciencias Médicas, Hospital Docente “Mártires del 9 de abril”, Policlínico Docente “Idalberto Revuelta”, Policlínico Docente “Mario A. Pérez”, clínicas estomatológicas), años (2020 y 2021), potenciales científicos (master, especialistas de II grado, doctores en ciencias), titulaciones (médicos, licenciados en enfermería, estomatólogos, licenciados en psicología, tecnólogos de la salud y otros profesionales no formados por el sector), categorías docentes (titular, auxiliar, asistente, instructor), categorías investigativas (titular, auxiliar, agregado y aspirante), política científica (problemas y líneas de investigación), proyectos (PNAP), productividad científica (publicaciones y eventos), plan de generalización (resultados generalizables), servicios científicos técnicos, presupuesto.
En el entorno estudiado se identificó un potencial científico municipal de 1551 profesionales de la salud. Con respecto a la formación científica de cuarto nivel, existieron 20 especialistas de II grado, 136 másteres y 5 doctores en ciencias; 852 (54,93 %) tenían categoría docente: 3 titulares, 38 auxiliares, 199 asistentes y 107 instructores (en un orden de mayor a menor); además de 30 que contaban con categoría como investigador: 1 titular, 4 auxiliares y 25 instructores. La producción de proyectos de investigación por cada línea de investigación establecida fue:
• Medio ambiente, adaptación y mitigación al cambio climático (6 proyectos).
• Desarrollo de la medicina tradicional, natural y otros productos (2 proyectos).
• Enfermedades no trasmisibles y factores de riesgos (12 proyectos).
• Salud materna-infantil (11 proyectos).
• Vigilancia y atención integral a enfermedades transmisibles (5 proyectos).
• Salud bucal (7 proyectos).
• Formación de recursos humanos para el pre y posgrado (16 proyectos).
• Uso de las tecnologías de la información y la comunicación en la formación de los recursos humanos (2 proyectos).
En Cuba, la política científica trazada por el Estado establece el papel prioritario de la investigación y la innovación en el desarrollo del país, implementando su obligatorio cumplimiento, desde los estamentos ministeriales hasta el nivel institucional. Los resultados en el sistema de ciencia e innovación tecnológica del municipio Sagua La Grande evidenciaron que a pesar de la pandemia de la COVID-19 que afectó el país no se dejó de hacer ciencia. Cada día esta actividad reviste mayor importancia por los aportes científicos en la solución de los problemas de salud de la población y la evaluación de servicios de salud para brindar una mejor atención.
Mayor información de este artículo de investigación en el siguiente enlace:
http://revistas.udh.edu.pe/index.php/RPCS/article/view/413e/621