Por. Mario Malpartida Mendoza
La obesidad es producto del consumo de alimentos y bebidas con muchas calorías y pocos nutrientes, y falta de actividad física. Pero no es lo único que nos hace engordar, hay otro factor que no es muy conocido que puede provocar un aumento de peso, a pesar de llevar una vida sana.
Según el artículo publicado en THE CONVERSATION, se trata de algunos compuestos químicos que se encuentran presentes en el ambiente, llamados obesógenos. Al exponernos a este a través de la ingesta o mediante inhalación de aire contaminado, producen un aumento de la masa del tejido adiposo blanco o masa grasa.
Algunos de estos químicos son el bisfenol A, los bifenilos policlorados, los éteres de polibromodifenilos, entre otros. Muchos de estos químicos se encuentran en productos que usamos diariamente, tales como los detergentes, alimentos, envases de plástico, ropa, cosméticos y muchos otros, lo que hace que se complique evadir sus efectos.
¿Pero cómo estas sustancias pueden engordarnos? Estas sustancias promueven el exceso de peso mediante diferentes mecanismos, por ejemplo, favorecen la proliferación y la diferenciación de adipocitos, es decir incrementan el número y tamaño de esas células encargadas de acumular grasa. A demás pueden provocar la acumulación de glucosa y de ácidos grasos en diversos órganos, especialmente el hígado.
Pueden alterar la acción de hormonas, como las sexuales o las tiroideas, relacionadas con la diferenciación de las células adiposas, la ganancia de peso y el metabolismo.
Los efectos de los obesógenos varían según el momento en el que se produce la exposición, siendo las fases más vulnerables la etapa fetal y la primera infancia.
A pesar de convivir todos los días con estas sustancias podemos tratar de evitar estar expuestos a estos obesógenos evitando fumar, disminuir el consumo de alimentos que están envasados, reducir el uso de plásticos, lociones y cosméticos.
Mayor información en el siguiente enlace.