VIOLENCIA DE GÉNERO EN MUJERES DEL CENTRO POBLADO DE LA ESPERANZA, HUÁNUCO

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La violencia de género se manifiesta de manera leve, moderada y severa, en lo que se refiere a la violencia física, psicológica, sexual y económica. Incluso, muchas veces, de manera simultánea. Los factores que coadyuvan a dicha violencia tienen que ver con aspectos sociales, culturales y personales. Esta violencia es, por lo general, ejecutada por su pareja, incluso contra la mujer embarazada. En el Perú, a través de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) de 2016 el 32,2 % de las mujeres al menos una vez, ha sido víctima de una forma de violencia física o sexual por parte de su pareja.

En el presente estudio realizado por Amalia Leiva Yaro, se analizarán los factores personales, sociales y culturales que se asocian con la violencia física y psicológica, es decir se pretende conocer la valoración social que se da a las mujeres como sujetas de derecho.

Según la Organización Mundial de la Salud, una respuesta apropiada hacia la violencia contra la mujer debe considerar la búsqueda activa y el reporte de nuevos casos, la capacitación continua de los profesionales, la coordinación integral con la totalidad de los servicios disponibles y la consejería a las mujeres expuestas, protegiendo su privacidad, la confidencialidad, y respetando sus decisiones. Por otro lado, se debe de tener en cuenta que no se trata de un fenómeno actual.

Para efectos de la investigación se ha considerado una muestra de 333 mujeres del Centro Poblado La Esperanza, Amarilis, Huánuco, durante el periodo 2018, cuyas edades van de los 20 a los 49 años. En cuanto a los resultados, el 8,4 % (28 mujeres) estuvieron expuestas a factores sociales, el 5,4 % (18 mujeres) a factores culturales y el 2,7 % (9 mujeres) a factores personales.

A nivel macrosocial destacan como factores: la falta de educación, el bajo desarrollo económico del país, los derechos sociales y políticos bajos, la falta de autonomía de las mujeres y la baja democratización del Estado. A nivel comunitario: la menor edad, tener ingresos bajos y haber sido testigo y víctima de agresión en la infancia. Y entre los factores de carácter individual: la depresión, el miedo, el embarazo y el consumo de alcohol.

De acuerdo con los trabajos realizados por otros investigadores revisados en el presente estudio, se puede indicar que la violencia de género se inicia en el comportamiento social aprendido a partir de los progenitores o por numerosos factores que admiten que se siga cometiendo, comprometiendo así la salud y el bienestar físico y emocional de la mujer. Explicando desde el enfoque de la salud pública, implica daño no solo en la víctima en el momento de la agresión, sino en repercusiones traumáticas en ella y en los hijos, que no solamente lo perciben, sino además la presencian.

Mayor información en el siguiente enlace

http://revistas.udh.edu.pe/index.php/RPCS/article/view/20e/118

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